Icono del sitio Música Es Vida

Cómo incluir las melodías en nuestras composiciones

Cómo incluir las melodías en nuestras composiciones

¿Qué parte sobresale en tu memoria? ¿La progresión de acordes? ¿La línea del bajo? Probablemente la melodía.

Las melodías son la parte más memorable y más importante de una canción. Pero también son lo más difícil de escribir.

Concebir buenas melodías es todo un desafío porque parece que todo ya se ha escrito antes. No te preocupes, no es verdad.

Hay una infinidad de nuevas e increíbles melodías esperando a ser escritas. Tan solo debes conocer la teoría y hacer el trabajo para encontrarlas.

Hoy te mostraré qué es una melodía, por qué se queda en tu memoria y las herramientas que necesitas para escribirlas.

¿Qué son las melodías?

Una melodía es una secuencia lineal de notas que el oyente escucha como una sola estructura. La melodía de una canción está en un primer plano y es una combinación de tonos y ritmos. Las secuencias de notas que componen una melodía son musicalmente satisfactorias y a menudo la parte más memorable de una canción.

Una melodía es una secuencia lineal de notas que el oyente escucha como una sola estructura.

Cuando cantas “Feliz cumpleaños” a tu Tío Abuelo Bill, estás cantando la melodía.
Desde coros pegajosos a riffs de guitarra infecciosos, las melodías definen la música que conoces y amas por que son la parte de la música que es más factible que recuerdes. Así que las melodías son fundamentales en cualquier tipo de música.

Las melodías se producen a través de la voz humana y cualquier otro instrumento que produzca notas—marimbas, flautas, sintes, glockenspiels, guitarras, etc.

Recuerda, hay una diferencia entre la armonía y la melodía: la melodía se transforma en una armonía cuando notas distintas se apilan ya sea encima o debajo y se tocan al mismo tiempo. Así se construyen acordes, armonías vocales y armonías instrumentales.

Cuando comiences a escribir melodías, es importante que recuerdes que las melodías son combinaciones lineales de una sola nota.

Cómo usar melodías en tu música

Piensa en tus melodías como una escena en una película o una obra de teatro. Tus acordes crean la escena y las melodías son los personajes que cuentan la historia en medio del escenario.

Una buena melodía atrapa y mantiene la atención del oyente. Los compositores usan melodías en su música para contar historias y darle a la audiencia algo que recordar y con qué conectarse.

Los compositores usan melodías en su música para contar historias y darle a la audiencia algo que recordar y con qué conectarse.

La forma más obvia de usar melodías en la música es a través de las líneas vocales del verso, coro y puente, pero las melodías instrumentales también son importantes.

Aquí hay algunos tipos distintos de melodías que te mostrarán cómo funciona la melodía en las canciones:

1. Melodías instrumentales

Las melodías instrumentales se producen en instrumentos que producen notas. Partes como riffs, solos y líneas que responden a la voz en una canción son ejemplos de melodías instrumentales.

La melodía de la intro en guitarra de “There She Goes” de The La’s es una gran ejemplo de cuán importantes pueden ser las melodías instrumentales:

La intro de la orquesta de cuerdas en “At Last” de Etta James es otro gran ejemplo de una gran melodía instrumental:

La melodía de la intro en guitarra de “The Louder I Call The Faster It Runs” de Wye Oak también es una línea pegajosa:

2. Melodías vocales

Cuando se trata de música popular, nada es más definitivo que las melodías vocales.

Cuando se trata de música popular, nada es más definitivo que las melodías vocales.

Todos los aspectos de la música pueden conectar con los oyentes, pero las voces son las partes con las que más nos relacionamos en las canciones.

En este cover de Israel “IZ” Kamakawiwo’ole de “Somewhere Over The Rainbow” se escucha una de las más bellas melodías vocales en la música:

La melodía vocal en “Fear and Force” de Vagabon es otro gran ejemplo:

Ahora que sabes lo que son, ¿cómo hacer para crear buenas melodías?

Aquí hay 3 tips fundamentales para escribir melodías:

1. Comienza cantando o tocando sobre una progresión de acordes simple

Elige dos acordes mayores básicos, como C o F. Si necesitas un repaso, aquí puedes ver cómo construir acordes.

Toca tus acordes en un instrumento como un piano o una guitarra, o ponlos en loop en el piano roll de tu DAW con un buen sintetizador VST.

Luego, canta o toca tu instrumento con el objetivo de escribir una melodía. Asegúrate de que tu dispositivo de grabación esté listo para grabar lo que surja durante el proceso de hacer la melodía.

Tómate un buen tiempo para probar ideas diferentes. Las melodías se benefician de los jams extensos.

Si eres cantante, intenta comenzar tu procesos cantando sílabas sin sentido.

Si, lo leíste bien. Aunque puedes asustar a tus vecinos, hacer una melodía vocal desde cero es mejor sin límites o reglas predeterminadas que puedan limitarte, como la letra.

Experimenta con los mismo acordes en loop por suficiente tiempo, y verás como luego de un rato las sílabas sin sentido comenzarán a transformarse en palabras, frases y melodías completas.

2. Dale vida a tus melodías con acentos rítmicos interesantes

“Elephant” de Tame Impala es prueba de cómo un ritmo pegajoso puede hacer que una melodía un poco insípida sea memorable.

El núcleo del verso está compuesto de solo dos notas. Pero con el uso de la síncopa, se vuelve pegajoso y memorable.

Incluso la melodía más simple puede beneficiarse de ritmos inesperados.

Incluso la melodía más simple puede beneficiarse de ritmos inesperados.

Si estás escribiendo una melodía compleja que aún suena “meh”, trata de simplificarla y experimenta con la rítmica de tus notas.

Aventúrate un poco cambiando la forma en que caen tus notas—de caer en los pulsos fuertes a caer en medio de ellos.

Si encuentras que tus melodías siempre comienzan en el primer beat, intenta hacerlas comenzar un poco antes o un poco después. Incluso un cambio pequeño en el ritmo puede transformar una melodía en una forma sutil pero masiva.

3. Pon mucha atención al contorno melódico

El contorno melódico es la forma general que dibuja la línea melódica al moverse hacia arriba y abajo.

Las líneas melódicas se pueden mover en varias formas diferentes.

El movimiento contiguo es cuando la melodía se mueve a una nota consecutiva de la escala.

El movimiento contiguo es cuando la melodía se mueve a una nota consecutiva de la escala.

Movimiento por salto es cuando la melodía se mueve en un intervalo mayor a una 2da.

Muchos saltos grandes seguidos son más difíciles de conectar como una unidad melódica. Y una melodía compuesta solo de movimientos contiguos normalmente no es muy interesante para el oyente.

Intenta encontrar un balance entre la cantidad de saltos y movimiento contiguo para que tu melodía se mantenga fresca y emocionante.

Consejo: Es más fácil usar saltos más grandes en tus melodías si los llenas, al menos parcialmente con movimiento contiguo en la dirección opuesta.

Si puedes, escribe las melodías en una partitura en papel. Si estás en tu DAW, normalmente hay una forma de convertir el MIDI a notación musical.

Si la distancia entre tus notas se ve pequeña, puedes asumir que tu melodía no construirá una narrativa convincente.

Una de las razones por las que “Somewhere Over The Rainbow” es una melodía fantástica es porque abre con un intervalo grande, una 7ma mayor. Si tus melodías son muy planas, trata de darles un contorno más montañoso.

4. Describe la armonía cuando sea posible

La melodía no existe en el vacío. Siempre hay un balance importante entre tu melodía y la armonia debajo de ella.

Muchas de las mejores melodías de todos los tiempos son tan impactantes por la forma en que combinan la armonía de la canción.
Muchas de las mejores melodías de todos los tiempos son tan impactantes por la forma en que combinan la armonía de la canción.

Muchas de las mejores melodías de todos los tiempos son tan impactantes por la forma en que combinan la armonía de la canción.

Recuerda que las notas del acorde (los grados 1,3,5 y 7 de la escala) son los lugares más fuertes y estables para llegar.

Prestar atención a la forma en que tu melodía va de una nota del acorde a otra mientras se desarrolla la armonía es vital para escribir buenas melodías.

Intentalo una y otra y otra vez

Escribir buenas melodías no es una habilidad que se desarrolle de la noche a la mañana. Es algo en lo que debes trabajar y dedicar tiempo para mejorar.

Si encuentras que estás trabajando duro para escribir tus melodías sin mucho éxito, recuerda que hay muchísimos otros músicos en tus zapatos.

Los mejores compositores del mundo no despertaron una mañana con la habilidad de hacer buenas melodías. Trabajaron duro, lo intentaron y fallaron una y otra vez hasta que empezaron a hacerlo mejor.

Abordar el escribir melodías con una actitud de experimentación y libre de expectativas te da un mejor chance de crear algo que resuene con tus oyentes.

¡Muchas Gracias Por Votar!
Salir de la versión móvil