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Piezas esenciales de la música clásica

Piezas esenciales de la música clásica

Johann Sebastian Bach (1685-1750)

Concierto para dos violines

Este concierto es una de las obras maestras del Barroco. Bach lo compuso siendo maestro de capilla en la corte de Anhalt-Köthen, probablemente entre 1717 y 1723. Esta obra ha sido versionada en múltiples ocasiones, llegando a aparecer desde películas hasta en videojuegos.

Tocata y fuga en re menor

Es una obra para órgano que como en el caso anterior la fecha de su composición no se puede fijar con exactitud aunque puede estar entre 1703 y 1707. Se ha especulado con que esta obra la compuso para probar órganos con el objetivo de ver si entraba suficiente aire cuando empleaba todos los registros y con la máxima tesitura.

Si la anterior ha sido versionada, qué decir de esta obra.

Conciertos de Brandenburgo

Maravilla del Barroco que se compone de seis conciertos. Al igual que el concierto para dos violines, esta colección de los seis conciertos de Brandenburgo los compone en su época en la corte de Anhalt-Köthen, pero no para el Príncipe Leopoldo para quien trabajaba, sino para el Magrave (Marqués) de Brandenburgo. La fecha en la que Bach se los entregó data de 1721.

La pasión según San Mateo

Bach compuso esta obra entre 127 y 1729. Basada en el Evangelio según San Mateo y fiel a éste, tiene una duración de entorno a dos horas y media.

El propio Bach la dirigió en la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig el Viernes Santo de 1729 con poco éxito y en su queja exponía que sólo 17 de las 54 voces estuvieron a la altura. Pero fue Mendelssonhn quien en 1829 volvió a interpretar esta obra, devolviendo a Bach el merecido reconocimiento que llega a la actualidad.

Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Sonata para piano n.º 14 “Claro de luna”

En 1801 compuso esta obra que dedicó a la condesa Giulietta Guicciardi que era su alumna y de quien se rumoreaba que estaba enamorado. Es una de las obras más conocidas del autor junto con otras que aquí presentaremos. Está en la tonalidad de Do sostenido menor.

En ese año Beethoven confiesa a su migo Wegeler que sufre de sordera, situación que para él será una tortura.

Sinfonía nº5 en Do menor

Fue compuesta entre 1804 y 1808 en la tonalidad de do menor y Aunque en su estreno no tuvo demasiado éxito en su segunda interpretación fue todo lo contrario  y desde ese momento ha sido considerada como obra obligada en cualquier repertorio de música clásica.

Anton Felix Schindler, uno de los primeros biógrafos de Beethoven, dijo que el propio compositor le había desvelado el significado de los famosos cuatro primeros compases, y es la famosa frase de “el destino toca a la puerta”, frase que ha dado lugar a muchas interpretaciones, desde ser la muerte quien llama a la puerta, la tortura por su sordera…

Sinfonía número 9 “Coral” en Re menor

Beethoven comenzó a componerla en 1818 y la finalizó en 1824. Si algo novedoso tiene esta sinfonía es el último movimiento pues nunca antes en una sinfonía se había incluido un movimiento coral como hizo el compositor en su cuarto movimiento. Beethoven puso música al poema conocido como Oda a la alegría de Friedrich von Schiller que con el tiempo ha llegado ha convertirse en símbolo de libertad.

El estreno se llevó a cabo el 7 de mayo de 1824 en Viena. Beethoven no podía oír la música pero con una partitura iba imaginando como sonaba su novena sinfonía en aquel teatro de Viena. Fue un rotundo éxito y mientras el público entusiasmado aplaudía, él seguía soñando los sonidos en su partitura, pues no los oía, hasta que un músico de la orquesta le hizo mirar al público y ver el entusiasmo que le mostraban. Esta fue la última aparición de Beethoven en escena, tras la cual se recluyó en su casa hasta la muerte tres años después.

Una adaptación de Herbert von Karajan de 1972, de la Oda a la alegría, se convirtió en 1985 en Himno de la Unión Europea.

Johannes Brahms (1833- 1897)

Concierto para Violín en Re mayor

Escrito por Johannes Brahms en 1878 y estrenado en 1879 en Leipzig con su amigo Joseph Joachim como solista y él como director de la orquesta. El concierto fue dedicado su amigo a quien consultó en varias ocasiones mientras lo componía dado que él no dominaba técnicamente el instrumento.

Estando el concierto en Re mayor el violín comienza en Re menor. Busca complicidad entre el violín y la orquesta dando protagonismo a otros instrumentos e incluso es él quien adorna sus  melodías.

Antonín Dvořák (1841-1904)

Sinfonía Nº9 “del Nuevo Mundo” (Op. 95)  en mi menor

Escrita en 1893 durante su estancia en Estados Unidos durante su etapa como director de orquesta en el Conservatorio Nacional de Música de América en la ciudad de Nueva York.

Edvard Grieg (1843-1907)

Suites 1 y 2 de “Peer Gynt”

Edvard Grieg escribió la música para la obra escénica de Henrik Ibsen en 1875 con veintitrés movimiento de los que posteriormente extrajo ocho, dejando definitivamente la obra divida en dos grupos, Suite nº 1 y Suite nº 2.

George Frideric Handel (1685-1759)

Música para los reales fuegos de artificio

Handel compuso esta música en 1749 con el fin de acompañar los fuegos artificiales que Jorge II de Gran Bretaña organizó el 27 de abril de 1749 para celebrar el fin de la Guerra de Secesión Austriaca. Los festejos y el concierto tuvieron lugar en Green Park de Londres.

Niccolo Paganini (1782-1840)

Concierto violín nº 2 en Si menor

Compuso su concierto para violín n º 2 en si menor en 1826. Era un virtuoso del violín y está considerado como uno de los mejores violinistas de todos los tiempos.

Niccolo Paganini, personalmente tenía un magnetismo especial, y un público que le adoraba.

Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791)

Pequeña música nocturna

La obra conocida en castellano como Pequeña música nocturna es la serenata nº 13 para cuerdas escrita en la tonalidad de Sol mayor y está fechada en Viena de 1787. Si la obra completa ha gozado siempre de gran popularidad, qué decir del primer movimiento, que sin ser aficionados a la música clásica todos hemos oído en anuncios, dibujos animados, cine, etc.

Sinfonía Concertante

Mozart escribió esta obra en 1779 para violín, viola y orquesta. El tipo de obra está entre la sinfonía y el concierto, de ahí su nombre. La viola estaba considerada como instrumento de segunda fila, pero a Mozart le gustaba y aquí compartiendo protagonismo con el violín nos deja una obra deliciosa.

La flauta mágica – La reina de la noche

Mozart la compuso en 1791 y la estrenó ese mismo año dos meses antes de su muerte. Se trata de un singspiel, un tipo de ópera popular alemana, en dos actos y con libreto lo escribió Emanuel Schikaneder.

Aquí dejamos el aria de la reina dela noche que es simplemente genial.

Carl Orff (1895-1982)

Carmina Burana

Carl Orff compuso esta cantata escénica entre 1935 y 1936 basándose en algunos poemas de la colección de cantos de Carmina Burana de los siglos XII y XIII donde se manifiesta el gozo por los placeres terrenales.  Su estreno tuvo lugar en Fráncfort en junio de 1937.

Nikolái Rimski-Kórsakov

Scheherezade

Es una suite sinfónica que el compositor ruso Rimski-Kórsakov compuso en 1988 basándose en los cuentos de Las mil y una noches. La obra se compone de cuatro movimientos que dejan sentir la fascinación que el autor sentía por Oriente. Cada uno de los movimientos tiene su título: El mar y el barco de Simbadla historia del príncipe Kalendarel  joven príncipe y la joven princesa y el festival de Bagdad.

Gioacchino Rossini (1792-1868)

El barbero de Sevilla

Gioacchino Rossini estrenó esta ópera en 1816 en Roma. Es una ópera bufa con libreto de Cesare Sterbini y que consta de dos actos. En su estrenó ocurrieron todo tipo de desgracias, cosechando un estrepitoso fracaso. En cambio en la siguiente representación consiguió un  gran éxito, encargándose el tiempo de ponerla en la cima operística.

Franz Schubert (1797-1828)

Ballet de Rosamunda

La música para Rosamunda, princesa de Chipre,  fue compuesta por Schubert en 1823 para la obra del mismo nombre de Helmina von Chézy. La obra no obtuvo mucho éxito, sólo se realizaron dos representaciones en el estreno e incluso se perdió la partitura siendo recuperada casualmente en 1867. El reconocimiento que no recibió en vida, como tantas veces ocurre, llegó pasado el tiempo.

Sinfonía nº 8 “Incompleta”

Se denomina así porque en lugar de tener tres movimientos como todas las sinfonías sólo tiene dos. A pesar de ello es una de las obras más completas de Schubert.

El motivo por el que dejó esta obra sin terminar nunca lo sabremos.

Jean Sibelius (1865-1957)

Concierto para violín

El finlandés Jean Sibelius compuso este concierto para violín en 1903 y lo estrenó el mismo año en Helsinki. El concierto está en la tonalidad de re menor.

Diremos que como ha ocurrido con tantas grandes obras, su estreno fue un fracaso. El solista no estuvo a la altura, pues las dificultades técnicas eran importantes, pero hoy la obra disfruta de un justo reconocimiento.

Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893)

Concierto violín en Re Mayor

Tchaikovski  compuso este concierto en la tonalidad de Re mayor en 1878. Este concierto se ha convertido en uno de los más populares de este instrumento.

Lo compuso en tres semanas tras una profunda crisis personal provocada por su fallido matrimonio y el impulso que le dio la compañía del violinista Iósif Kotek .

Concierto piano nº1

Tchaikovski compuso este concierto de piano en Si bemol menor en tres meses, teniéndolo finalizado en febrero de 1875. Se estrenó ese mismo año en Boston, Estados Unido.

En su estreno estuvo Nikolai Rubinstein, virtuoso pianista, que no mostró interés alguno por la obra. Posteriormente le dio su reconocimiento, llegando incluso a pedirle permiso para interpretarla.

Antonio Vivaldi (1678-1741)

Concierto para piccolo

Entre la inmensa cantidad de obras que Vivaldi compuso a lo largo de sus 63 años de vida cabe mencionar esta maravilla que es el concierto para piccolo en Do mayor. De este instrumento no hay demasiadas obras y no son muy tenidas en cuenta. Merece la pena escuchar esta joya del Barroco.

Las cuatro estaciones

Bajo el título de de Las cuatro estaciones se agrupan cuatro conciertos dedicados a cada una de las estaciones del año. Fueron escritos por Antonio Vivaldi entorno a 1721. Es música descriptiva donde podemos descubrir desde la tormenta hasta pesado calor de la tarde de verano.

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