Lectura a primera vista
La lectura a primera vista es una habilidad que todo músico debe desarrollar. Reduce el tiempo de aprendizaje de las obras, nos aporta una visión general de la obra mejor que la simple escucha de una grabación, aumenta la memoria a corto plazo, desarrolla la capacidad de análisis y síntesis de recursos musicales tales como repeticiones, armonía básica, estructuras formales como frases, etc.
Para mejorar la lectura a primera vista hay que tener en cuenta estas tres cuestiones:
- Escoger una partitura adecuada a nuestro nivel y capacidad: tiene que ser más sencilla que las partituras que nos estemos estudiando en este momento. De lo contrario, la lectura a primera vista no será satisfactoria.
- Entender bien la partitura antes de ponernos a tocarla: hay que observarla y analizarla durante un buen rato para extraer toda la información que podamos de ella.
- Es conveniente practicar la lectura a primera vista todos los días durante unos minutos.
Consejos para mejorar la lectura a primera vista
Antes de lanzarte a tocar la partitura, dedica unos minutos a analizar lo que hay en ella:
- Escucha con los ojos: trata de imaginar cómo sonará lo que vas a tocar. Con este ejercicio mejorarás tu oído interno.
- ¿Se repite algo en la partitura? Melodías, ritmos iguales, notas repetidas, acordes, etc.
- Analiza la estructura musical: ¿cuántas frases hay en la partitura? ¿se puede dividir en varios fragmentos?
- Siente el pulso: ¿en qué compás está escrita?
- Piensa en los ritmos que aparecen ¿corcheas, negras, blancas, tresillos…?
- ¿Qué armadura tiene? Por lo tanto, ¿en qué tonalidad está escrita la pieza?
- ¿Hay alteraciones accidentales?
- Observa las alturas de las notas: ¿son grados conjuntos (notas seguidas) o hay saltos? ¿Qué intervalos hay?
- ¿Hay cambios de posición en las manos? ¿se puede abarcar el rango de notas sin mover las manos? Piensa en una digitación sencilla que te resuelva la situación.
- ¿Hay acordes? ¿son de dos o de más notas?
- ¿Ves indicaciones de dinámica (matices)? ¿y articulaciones distintas?
La lectura a primera vista no es una prueba de velocidad. Una vez hayas analizado toda esta información, piensa tranquilamente a qué velocidad podrías tocar todas las notas con sus características. Aunque te parezca muy despacio, no te preocupes, es mejor tocar despacio y bien que rápido y mal.
Cuando empieces a tocar la pieza, ten en cuenta estas tres ideas:
Debes contar internamente el pulso para no confundir el ritmo.
Debes anticipar el ojo al dedo al menos una nota. Si no has visto la nota que debes tocar, ¿cómo vas a hacerlo?
Pase lo que pase no mires atrás y continúa siempre hacia la nota siguiente. De lo contrario, detendrás el pulso y será muy difícil continuar leyendo.
Fuente: Mi Clase de Piano