¿Cómo dar clases particulares de música? Según tu nivel, podrás dar clases de iniciación para niños, de puesta a nivel o perfeccionamiento. En cualquier caso, las clases de música se desarrollan globalmente del mismo modo.
Piensa simplemente en adaptar la duración de las clases a la edad del alumno. Los más pequeños tendrán en efecto dificultades para concentrarse durante una hora entera.
Desarrollo de una clase de música
«La música está más allá de las palabras», decía Julien Green, escritor americano.
Cuando se empieza a aprender a tocar un instrumento, soñamos con estar ya a la altura de los músicos que admiramos. Y sin embargo habrá que esperar un poco y trabajar mucho antes de lanzarse a un solo de guitarra a lo Jimmy Hendrix o a tocar el piano como Lang Lang.
Antes que nada, es indispensable estudiar solfeo y las técnicas de base del instrumento.
Por norma general, para dar clases a domicilio de música, la sesión se divide en 4 partes:
- Retorno a la clase precedente y a los ejercicios dados: es el momento de hacer balance con el alumno para saber si ha memorizado las nociones importantes de la clase anterior o si tienes dificultades para hacerlo solo.
- Práctica del solfeo: indispensable, el solfeo permite leer una partitura y aprender también a seguir el ritmo de la música.
- Aprender una pieza: pasamos después a la práctica. Es la ocasión de que el profesor enseñe nuevas técnicas y dé consejos prácticos para interpretar la pieza elegida.
- Ejercicios a trabajar para la clase siguiente: al final de la clase, el profesor dar deberes para hacer en casa. La práctica regular del instrumento es importante para favorecer una progresión rápida y ganar velocidad o fluidez. Esto permite igualmente asegurarse de la buena comprensión de las nociones vistas en clase.
Cada profesor particular tiene su propia forma de enseñar. Es posible optar por una pedagogía alternativa. Es la ventaja de las clases particulares a domicilio. Podemos adaptarnos con más facilidad a un alumnos y proponer clases más lúdicas.
La práctica del solfeo puede combinarse con la técnica. Podremos por ejemplo leer una partitura y entrenarnos al mismo tiempo a colocar los dedos sobre las cuerdas de una guitarra.
El trabajo de profesor no siempre resulta sencillo. Cuando se enseña música, hay que ser un buen pedagogo, mostrarse paciente y adaptarse a los alumnos para que las clases sean interesantes y parar instaurar una relación de mutua confianza.
¿Qué piezas estudiar durante las clases a domicilio?
La elección de piezas es muy importante para el aprendizaje de un instrumento. Para practicar de forma eficaz, deben estar adaptadas al nivel y permitir abordar nuevas técnicas. Para guiarte en la preparación de tus clases, puedes apoyarte en un método, o, por el contrario, enseñar de forma totalmente libre.
Enseñar música siguiendo un método
¿Estás acostumbrado a enseñar con un método clásico?
Hay muchos:
- entre los métodos de aprendizaje que proponen las marcas (Suzuki, Yamaha…),
- los métodos adaptados a los jóvenes y niños,
- los métodos desarrollados por músicos (Willems, Dalcroze…)
la oferta es abundante, podrás encuadrar tus clases particulares de piano, por ejemplo.
¿Las clases a domicilio son para ti un trabajo de estudiante?
Estos soportes muy completos pueden resultarte preciosos cuando se empieza a enseñar y que no se es experto en preparación de clases particulares.
Por el contrario, si quieres personalizar tus lecciones musicales y darle a tu alumno la posibilidad de abordar registros musicales más variados, estos métodos son limitados.
¡Las clases de música deben ser también un placer! Los métodos demasiado escolares pueden desanimar a algunos.
No dudes en desarrollar tu propia metodología. Si deseas lanzarte en una disciplina original o inédita, no dudes en consultar este artículo.
Proponer clases a domicilio personalizadas
Para comenzar, los clásicos son valores seguros, pero no hay que renunciar a los gustos y las motivaciones del alumno.
Si tu alumno tiene la impresión de encadenar las escalas sin aprender ninguna pieza de verdad, si se aburre intentando tocar Carta a Elisa, o se desespera porque no disfruta de tocar… ¡El resultado será contraproducente!
Es sin embargo posible, sobre todo en clases individuales a domicilio, enseñar música y la práctica de un instrumento integrando composiciones que motiven al alumno. Prepárale un programa personalizado.
En tus clases de piano, puedes alternar jazz, clásica, o trabajar arreglos musicales de bandas sonoras, por ejemplo. A un adolescente le va a gustar comenzar con las música de Piratas del Caribe.
A la guitarra, si tu alumno es fan del rock, piensa en proponerle piezas que le gusten. Hay donde elegir:
- Rolling Stones,
- Deep Purple,
- Jimmy Hendrix,
- Metallica,
- Los Beatles…
La pieza está ahí para entrenarse, consolidar lo adquirido y progresar técnicamente. El progreso del alumno está sometido también al número de horas que consagre al instrumento. Si le propones tocar una composición que le guste, será menos reticente a la hora de practicar solo en casa y su trabajo será regular.
Idealmente, el alumno tiene que dedicarle 15 minutos al día para una buena revisión de las técnicas vistas durante las clases.
Enriquecer la cultura musical de tu alumno
¡A los españoles nos encanta la música!
Nos gusta escuchar música a diario y un alto porcentaje sabe tocar un instrumento. El piano ocupa la primera posición, seguido de la guitarra.
Como profesor particular, tu papel no se limita a enseñar las técnicas para tocar un instrumento. Podrás ampliar la cultura musical de tu alumno y abrirle nuevos horizontes.
Aprovecha tus clases particulares para hacerle descubrir nuevos estilos musicales y músicos que no conoce. Preséntale diferentes corrientes musicales, sin olvidar recordarle la influencia de grandes artistas…
Así podrás no solo hacer que se interese y se motive, sino también transmitirle tus conocimientos y mostrarle que la música abre múltiples perspectivas.
Durante una clase de guitarra, es fácil abordar el blues, el jazz, el reggae, el rock, pop, country…
Aunque las técnicas de base son las mismas, será la ocasión de adquirir técnicas complementarias propias de cada corriente musical:
- el picking,
- la utilización del bottle-neck,
- el sweeping…
Clases particulares de música e iniciación a la improvisación
«El arte de la improvisación es un desafío al sentido creador», Charlie Chaplin.
Para un músico, tocar es un placer, pero también es una forma de expresarse muy importante. Que interpretemos una pieza escrita por otro artista o nos lancemos a una sesión de improvisación, a través del instrumento, transmitimos y compartimos emociones..
¿Quién no ha sentido escalofríos al escuchar una música cargada de emoción?
¿Tus alumnos sueñas con montar un grupo o improvisar con sus amigos? Iniciales al arte de la improvisación. Aunque parezca difícil al principio, con algunos buenos consejos y técnicas de base de la improvisación, podrán lanzarse rápidamente y disfrutarlo.
¿Qué es la improvisación?
¿Tu alumno piensa que un músico que improvisa toca las notas al azar y que el resultado es genial porque tiene un don o talento? Muéstrale que es un ejercicio a su alcance.
Improvisar, es sobre todo conocer los sonidos, las notas, las harmonías. Explotar todos estos conocimientos musicales que se tienen para interpretar instintivamente y expresarse a través de la música requiere perseverancia. Pero tú estás ahí para aportarle el apoyo necesario y enseñarle las estrategias que conducen al éxito.
Es un ejercicio interesante a integrar en tus clases a domicilio, una vez que tu alumno adquiera las competencias de base y consiga una cierta soltura.
Para que tu aprendiz músico pueda lograr hacer buenas improvisaciones, es importante darle las claves:
- Hacer oído: escuchar, una de las claves para improvisar. Enseña a tus alumnos a escuchar las notas, a reconocer si suenan justas o no, juntarlas para ver cómo suenan…
- Aprender frases musicales: para improvisar, se retoman sobre todo enlaces que se conocen y frases musicales que pueden unirse.
- Trabajar los enlaces: para lograrlo, sobre todo hay que saber equivocarse. Incita a tu alumno a que se lance, que se atreva a improvisar. Si los primeros resultados pueden ser decepcionantes, lo importante es probar las combinaciones. Registrará las que suenen bien y podrá volver a usarlas fácilmente.
La improvisación es un arte con el que se aprende enormemente. Del mismo modo que algunos músicos autodidactas han aprendido a tocar de oído, sin saber siquiera solfeo, la improvisación nos conduce a replantearnos lo aprendido en clases particulares de forma diferente y a explotarlo plenamente. Y funciona. Es una buena forma de perfeccionarse.
Sin contar con que la improvisación refuerza la confianza del alumno en él mismo y le lleva poco a poco a crear sus propias composiciones… Una auténtico ayuda para convertirse en un músico realizado.
¿Estás listo para lanzarte y hacerte profesor particular de música?
Fija tu remuneración según tu experiencia y tus diplomas antes de colocar anuncios de clases particulares. Si sus posibilidades de desplazarte son limitadas, también podrás proponer clases en línea con la cámara web.
Fuente: Superprof
