La música para el desarrollo de la inteligencia

La ciencia de la estimulación musical:

Científicos afirman que la música estimula la inteligencia de los niños mejorando sus habilidades y su capacidad mental. Les ayuda a resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejo.

Utilizando nuevas técnicas han conseguido una visión del funcionamiento del cerebro mucho más exacta. De esta forma la ciencia proporciona pruebas claras de que la música cambia literalmente los cerebros de los niños.

El oído es importante en el crecimiento:

Muchos estímulos llegan a través de los oídos y aproximadamente a partir de la semana 18 del embarazo, la música tiene un papel esencial en el proceso de crear conexiones neuronales en el cerebro de los niños y niñas.

Desde que nace y durante el crecimiento, la música estimula y mejora su fisiología, inteligencia emocional y su comportamiento. Estos efectos en el desarrollo de la inteligencia son reales y se han medido en diversos estudios demostrando que:

  1. Los niños que reciben clases de música tienen más habilidades motrices, más capacidad para las matemáticas y mejor rendimiento en la lectura. Craig Peery y Irene Weiss Peery, “Music and Child”.
  2. Los alumnos que cantan o tocan un instrumento obtienen hasta 52 puntos más en los tests de aptitud académica que los que no lo hacen. College Board, 1998.
  3. Se ha comprobado que en los cerebros de músicos adultos hay más coherencia en las ondas cerebrales que en los adultos no músicos. Sandra Blakeslee, “Piano Practice Alters the Brain”, 1998.

Educación para el desarrollo de la inteligencia:

Enseñar a los niños y niñas desde que son bebés a apreciar la música contribuye a preparar su cerebro para dominar la estructura compleja del lenguaje.

Los mejores resultados se consiguen de la mano de músicos profesionales que canten canciones entonando correctamente siempre. Mientras el profesor toca melodías al piano es importante bailar y disfrutar con tu hijo en estas actividades.

El efecto Sonrisas de Mozart:

En Sonrisas Musicales trabajamos la inteligencia emocional a través de actividades relacionadas con el «efecto Mozart«. Este efecto consigue una serie de beneficios al escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart.

La idea de este efecto surgió por primera vez en 1993 en la Universidad de California. Allí, el físico Gordon Shaw y Frances Rauscher, especialista en el estudio del desarrollo cognitivo, ensayaron con unas docenas de estudiantes universitarios los efectos de una audición de música clásica: los primeros 10 minutos de la Sonata en re mayor para piano a cuatro manos, de Mozart.

En próximas publicaciones os contaremos los excelentes resultados de esta técnica creada en la Universidad de California.

Fuente: Sonrisas Musicales

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