La música puede cambiar los estados de ánimo

La música puede cambiar los estados de ánimo

Tal día como hoy, hace 36 años, nacía en Francia el Día Europeo de la Música.

Coincidiendo con el solsticio de verano, el objetivo primordial era generar el intercambio cultural por medio de la música con el afán de “sacar a las calles a todos los artistas”, ya fueran profesionales o entusiastas.

Se celebra mendiante conciertos sinfónicos al aire libre, maratones musicales, espectáculos de ópera, conciertos de Dj, recitales de estudiantes.

Claramente, la música es el verdadero lenguaje universal, y tiene una repercusión positiva en el ser humano desde el  vientre materno ya que hay estudios donde se confirma que la música debe ser escuchada desde antes del nacimiento.

Se ha descrito en los diferentes textos de embriología sobre el desarrollo intrauterino del primer órgano sensorial, que es el oído.

Aquí el niño reconoce sonidos del medio interno como los latidos del corazón de la madre, y como sonidos exteriores como ruidos y en este caso la música.

Es considerada como el elemento que causa más placer, actuando a nivel del sistema límbico y liberando neurotrasmisores como la dopamina, así mismo como lo hacen el sexo o las drogas.

La música estimula la capacidad de atención y memorización, la imaginación y a su vez la creatividad.

Tiene la capacidad de atenuar el estrés, y según un estudio de la Universidad de  Maryland del año 2008, existe una relación intrínseca entre la música y la salud cardiovascular.

Además existe una técnica conocida como musicoterapia (7 aplicaciones de la Musicoterapia que seguro que no conocías), que se basa en la utilización clínica de la música para así activar procesos fisiológicos y emocionales alterados.

Posee el efecto de disminuir la ansiedad, el dolor, optimizar el estado anímico y la calidad de vida.

Auxilia de  sobremanera en pacientes oncológicos a lidiar con los efectos de la enfermedad y tratamiento.

Influye positivamente en problemas de personalidad ya que trabaja en el campo emocional. Existen estudios que indican que escuchar música clásica, como Vivaldi o Mozart en pacientes con trasplante al corazón aminora la probabilidad de rechazo al mismo.

Entonces, es cierta la frase de Leonard Bernstein: “La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.

Actúa de manera misteriosa y sublime en nuestra salud, mejorándola, dándonos ánimo y, si se selecciona la música adecuada, nos llena de cultura. Fuente: El Sevier