Las propiedades terapéuticas de la música

La música es un arte y un regalo de la vida. Así lo han demostrado infinidad de investigaciones, que cada día nos confirman los maravillosos efectos que ejerce sobre nuestra salud. Te invito a que descubras cómo la música puede hacer que tu vida sea mejor y enriquezca tu día a día.

¿Qué efectos ejerce la música sobre nuestra salud?

– Nos ayuda a dormir mejor. La música contribuye a que disfrutemos de un sueño saludable. Estudios científicos confirman que la música clásica puede ayudar a superar y evitar el insomnio, especialmente en personas que se encuentren en fase de trabajo cognitivo constante como los estudiantes. Esto supone una solución más saludable  para el trastorno del sueño, que tomar algún medicamento o pastillas.

– Permite combatir el estrés. La música estimula reductores de estrés bioquímicos que nos ayudan a sentirnos más relajados, permitiéndonos aliviar el estrés generado y acumulado. No es una sorpresa, ya que muchas personas se identifican con esta maravillosa sensación que nos aporta en infinidad de momentos difíciles y de mucha tensión.

– Ayuda a ponerse en contacto con uno mismo. Un estudio de 2013 revela que la música nos permite y nos ayuda a ponernos en contacto con nuestras propias emociones, ya que nos facilita hacernos sentir de mejor humor.

Los participantes de la investigación resaltaron el sentimiento de “conciencia de sí mismo”, como una de las ventajas más importantes que la música les había generado y hecho sentir sobre su persona e interior.

También, podemos confirmar que la música nos permite la capacidad de disminuir la intensidad del dolor, activando vías sensoriales que se encargan de combatir las vías del dolor y facilita que podamos desviar la atención lejos del propio dolor.

– Alivia la ansiedad. Escuchar música nos permite sentir una sensación de plenitud, relajando nuestros músculos y tensión acumulada, y con ello facilitando el alivio de ansiedad en nuestro cuerpo.

– Actúa como un motivador. Una investigación universitaria demostró que un grupo de deportistas fueron capaces de trabajar más duro, mientras escuchaban música de ritmo rápido, comparando los resultados con otro grupo que no estaba escuchando nada durante todo el experimento.

Escuchar nuestra música favorita puede ayudarnos a vencer y  fortalecer nuestra resistencia, superando nuestros límites personales. Nos ayuda a desempeñarnos mejor durante entrenamientos deportivos, haciéndonos sentir en conexión con nuestro cuerpo de una forma mucho más agradable.

Gracias a este estudio, se comprobó que el cuerpo se recupera más rápido después de un entrenamiento de alta intensidad, mientras estás escuchando tu música favorita.

– Combate la tristeza. Puede aliviar con éxito los síntomas de la depresión, pero en este punto los resultados del estudio confirmaron que el género musical escuchado era clave. Por ejemplo, la música clásica y la meditación pueden mejorar el estado de ánimo cuando nos encontramos deprimidos.

– Mejora la función de los vasos sanguíneos. Las emociones que tienen las personas mientras escuchan música, contribuyen a mejorar las funciones de los vasos sanguíneos. Escuchar música permite sentirnos más felices y dichosos, lo cual aumenta el flujo de sangre en los vasos sanguíneos.

– Evita los accidentes cerebrovasculares. Un estudio finlandés demostró que si los pacientes con ataques del corazón escuchaban música durante 2 horas al día, se recuperaban más rápido evitando la repetición de los mismos en el futuro. También mejoraba sobre estas personas sus habilidades verbales y su capacidad de atención.

– Adelgaza. Comer con un poco de música de fondo ayuda a las personas a comer más lento y disfrutar de “lo que comen”. Esto nos permite ser más conscientes y que realmente disfrutemos. Así evitamos estrés de ningún tipo, y con ello la famosa sensación de hambre y descontento con la comida.

– Mejora las funciones cognitivas. Disfrutar música de fondo mientras trabajamos en tareas que requieren de atención mental, nos permite aumentar nuestro rendimiento. Gracias a una investigación se ha encontrado que la música facilita el aumento de las capacidades cognitivas, pero sólo si tiene el mismo efecto sobre el estado emocional.

– Nos facilita un estado similar a la meditación. La música de ritmo lento produce efecto sobre la velocidad de las ondas cerebrales, haciéndolas similares a cuando nos encontramos en estado de meditación o hipnótico. Supone un efecto curativo, aliviando los síntomas del síndrome premenstrual y problemas de comportamiento. Facilita conseguir estados de relajación en situaciones con gran carga y estrés emocional.

Fuente: La Mente Es Maravillosa

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