Melomanía

¿Qué es un melómano? La enfermedad de los fanáticos de la música

Hay personas que sienten una gran pasión por la música o una gran admiración por un grupo musical lo que parece muy normal. Pero hay una enfermedad que cataloga a estos fanáticos como “melómanos”.

Melómano es la persona fanática de la música. Se trata de un individuo que siente un amor apasionado y excesivo por lo musical, dedicando tiempo y dinero al disfrute de este arte.

Los melómanos suelen estar frente al escenario para así estar más cerca de sus ídolos

El término melómano fue creado por el dramaturgo y músico francés Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, quien en 1781 declara que la palabra proviene de un vocablo griego compuesto por el prefijo melos (“canto”) y el sufijo manos (de donde deriva la noción de manía). La melomanía, por lo tanto, es una especie de locura  o tendencia al furor vinculada a la música.

Pero no fue hasta el siglo XX cuando un filósofo británico, Ludwig Wittgenstein, fue considerado como el primer melómano del que se tenga registro, según publica el sitio serialismo.blogspot.com, ya que tenía una obsesión con un compositor y pianista alemán, Félix Mendelssohn, que quedó demostrado en su libro “Cultura y Valor”, donde no dejaba de alabar las obras del músico.

A diferencia de otras manías, la melomanía no es entendida como un trastorno psicológico o una enfermedad. Puede decirse que la melomanía no implica un riesgo para la persona ni para su entorno.

Si aún no queda claro que es un melómano, aquí hay algunas claves  para saber si una persona es melóman

Por lo general, las personas melómanas poseen un sinfín de conocimientos relacionados con el género que más las apasiona. En el caso de la ópera, por ejemplo, cuentan con auténticas bases de datos mentales de nombres de directores, orquestas y cantantes, fechas de sus presentaciones, curiosidades de los compositores que casi todos ignoran y opiniones en apariencia muy sólidas acerca de cuestiones técnicas.

Los melómanos suelen estar frente al escenario, y no sobre él. Por lo tanto, desde su posición de seguridad, buscan presumir su paso por los palcos y asientos de los teatros y estadios más importantes del mundo, para conseguir la admiración de quienes los rodean.

A diferencia de otras manías, la melomanía no es entendida como un trastorno psicológico o una enfermedad. Puede decirse que la melomanía no implica un riesgo para la persona ni para su entorno.

El melómano tiene un interés casi exclusivo por la música. Es posible que existan otras aficiones en su vida, como el deporte o el cine, pero sólo la música le despierta una necesidad de atenderla tan intensa.

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