Puedes pensar que no necesitas mejorar en el canto porque tu voz ya es bonita.
Y es que una voz bonita es un don increíble.
Y que esa voz bonita pueda afinar notas y suene bien, también es maravilloso.
Pero no cometas el error de creer que este es el final del trayecto.
Siempre puedes mejorar en el canto.
Como los icebergs, cuya mayor parte está sumergida en las profundidades, nuestra voz también tiene un potencial inmenso pendiente de descubrir.
Y en tu mano está mejorar tu voz y que todo ese potencial vea la luz.
Ya tengas una voz bonita o seas consciente de cuánto tienes que mejorar, hay sólo dos aspectos clave, que no puedes obviar si quieres mejorar en el canto.
El primero, obviamente, es cuidar tu voz.
No vas a mejorar en el canto si no haces más que castigar a tu voz.
Y el segundo es no dar nunca por finalizado el camino.
Pero vamos a hablar de todo esto mucho más a fondo.
#1: Cuidar tu voz
Hablar de cuidar la voz es algo muy bonito y que todos queremos hacer.
Lo difícil de verdad es hacerlo y no siempre existe la voluntad adecuada para conseguirlo.
Es como seguir una dieta.
No puede ser algo que hagas un día.
Si no tienes cierta continuidad no vas a conseguir tu objetivo.
Lo más importante que tienes que recordar y que muchas veces se nos olvida a todos, es que nuestro instrumento es orgánico.
¿Esto qué implica?
Que no se puede reemplazar si se deteriora.
Ahora al leerlo seguro que piensas: pues claro, está diciendo algo que es obvio.
Y así es, pero… ¿seguro que has pensado bien lo que esto implica?
Porque yo también pasé por una época en la que sabía perfectamente que mi voz podía deteriorarse, pero también tenía la seguridad de que nada podía dañarla.
¿Sabes? Lo típico de esto a mí no me pasará, son cosas que sólo les pasan a los demás.
Hasta que un día te llevas un susto.
Yo tuve suerte y no me llevé un gran susto, sólo fue un día que una canción con notas agudas potentes me tenía que salir por narices.
Erre que erre, una y otra vez forzando mi voz, intentando conseguir cantarla de una manera que no era la correcta, aunque yo por aquel entonces no lo sabía.
Sentía que estaba forzando, pero como soy tan cabezota tenía que conseguirlo.
No tuve que esperar al día siguiente para sentir la irritación en mi garganta y me asusté tanto que ya no volví a hacer nada parecido.
Pero no forzar la voz es sólo uno de los aspectos del cuidado de la voz.
Lo cierto es que ya lo traté en profundidad en este otro artículo y considero que es de lectura obligatoria.
No obstante, voy a marcarte algunas pautas importantes.
Hábitos y cambios que debes incorporar a tu rutina diaria si quieres mejorar en el canto
Beber la suficiente agua, sobre todo si vas a cantar
Puede que no tengas sed o puede que estés en un estado de concentración tan grande que no te des cuenta de que no has bebido nada en todo el día.
Esto no sólo es terrible para la voz, es malísimo para todo el organismo.
Especialmente, cantar con la garganta reseca es muy mala idea.
Es como no ponerle líquido refrigerante a un coche, acaba quemándose el motor.
¡Ojo! Tampoco te estoy diciendo que te debas inflar a agua sólo porque eres cantante.
Tienes que beber una cantidad que sea suficiente para ti, la justa y necesaria.
Lo único que te pido es que te hagas consciente de cuándo tienes la garganta reseca y que le pongas remedio.
Ten en cuenta que hay algunas cosas que resecan, por lo que tendrás que contrarrestarlas con más hidratación.
No voy a nombrarlas todas, porque no las sé y no quiero que pienses que todo lo que no esté en esta lista puedes tomarlo despreocupadamente, pero te pongo algunas:
- El café
- El té
- El tabaco / el humo
- El alcohol
- Los inhaladores para el asma
- Los dulces…
- Y en mi caso, el estrés o los nervios (seguro que no soy la única).
Calentar cada día tu voz
Lo cierto es que mantener tu voz activa es esencial para mejorar en el canto.
Hacer unos ejercicios cada día, aunque no vayas a cantar, te ayuda a ir mejorando cada día.
Pero no tienes que estar horas y horas practicando, a veces con unos minutos es suficiente.
Porque hay tipos y tipos de ejercicios.
Están los que haces para ampliar tu rango o para entrenar un aspecto concreto de tu voz, que te van a suponer un esfuerzo mental más grande y un nivel más intenso de dedicación.
Esto implica que no puedes estar haciendo otras cosas mientras los haces, tienes que estar 100% por lo que estás y te tienes que asegurar de que los estás haciendo correctamente, porque no te son fáciles.
¡Ojo! No te estoy diciendo que te cuesten esfuerzo físico, es un esfuerzo más bien mental y de coordinación (como hacer cosas diferentes con cada mano).
Son ejercicios que a veces no salen a la primera y puedes llegar a creer que tú no puedes conseguirlo, pero cada vez te va saliendo mejor.
Como es un esfuerzo mental tan grande, es importante que hagas descansos de al menos un minuto por cada diez minutos de práctica para que el cerebro tenga tiempo de asimilar lo que está haciendo.
Por otro lado están los ejercicios que haces para afianzar lo que tienes y hacerlo mejor.
Son los que te salen bien sin tener que esforzarte demasiado ni concentrarte demasiado en lo que estás haciendo.
Aquí hay más flexibilidad.
Los puedes hacer mientras haces otras cosas y puedes estar menos rato, aunque si los hicieras también al 100% de concentración sería mejor, claro.
Serían una especie de ejercicios de mantenimiento.
En ambos casos tiene que tratarse de ejercicios que estén pensados concretamente para ti.
Por el bien de tu voz, si no vas a estudiar con un profesor, no busques unos ejercicios por Internet o hagas un programa genérico sin personalizar.
Busca siempre cierto grado de personalización.
Ser autodidacta suena muy guay, pero en el canto es arriesgado.
Porque aunque pienses que sí, no sabes qué ejercicios necesitas concretamente para mejorar en el canto.
Habrá quien me diga que haciendo estos o aquellos ejercicios de Internet mejoró, pero también habrá quien ha sufrido las consecuencias de hacerlos.
Piensa en lo que pones en juego si te arriesgas: tu propia voz.
Entiendo que lo que te estoy diciendo no es agradable, pero es la verdad: que tienes que hacer ejercicios y que además tienes que encontrar a alguien con conocimiento que te los dé.
Eso es lo que de verdad te hará mejorar en el canto.
Llevar siempre algo con lo que protegerte el cuello
Los cambios de temperatura son muy malos para el cuerpo y nos hacen ser más vulnerables a padecer constipados.
Si tomas la costumbre de abrigar tu cuello vas a estar mucho más a salvo.
En invierno una buena bufanda y en verano un pañuelo más ligero van a suponer la noche y el día.
Llevar una alimentación equilibrada
Ya sé que se dice que las personas con sobrepeso cantan mejor, pero esto no es verdad, es un mito.
Tampoco te digo que esto sea imprescindible para mejorar en el canto, pero te ayudará a cuidar mejor tu voz de manera indirecta.
Porque si comes mejor, te sientes mejor.
Y cuando no estás bien, tu voz lo sufre.
Así que si sabes que hay alimentos que no te sientan bien, es mejor que los evites, sobre todo si vas a cantar.
Vivir más feliz
Esto es tan fácil de decir… ¿verdad?
A lo que me refiero sobre todo es a lo que está en tu mano hacer: ser congruente con quién eres.
No hagas cosas con las que no te sientas a gusto por agradar a los demás.
Tienes que ser fiel a tus principios siempre.
Te estarás preguntando qué tiene que ver esto con el canto, porque no es algo que afecte directamente a tu voz.
Pero sí afecta a tu estado de ánimo y a tu cuerpo en general.
Si alguna vez has hecho algo que sabes que está mal seguro que me entiendes.
Te hace sentir mal en general: te da dolores de barriga, te hace ofuscarte y pensar en eso todo el día…
Todo ese malestar te lo guardas dentro porque no te gusta admitir delante de nadie que te has “portado mal” y se va acumulando en tu interior haciéndote sentir decaído y sin ganas.
Y así es como vas a estar si te pones a cantar.
Eso sí es malo para la voz.
Dejar de fumar
No hace falta que te lo diga, porque ya he hablado sobre ello antes y ya sabes que el tabaco es malo para la salud.
¡Lo pone en las mismas cajetillas!
También lo he nombrado como una de las cosas que resecan tu voz, aunque también puede causar otros efectos negativos.
A partir de ahí, es tu responsabilidad con tu propio cuerpo y con tu voz tomar la decisión correcta.
Dejar de beber alcohol a troche y moche
Darle mucho a la bebida también es malo para la salud, sobre todo para el hígado.
Ya sé que no tiene nada que ver el hígado con las cuerdas vocales, pero como te decía antes, el bienestar de tu cuerpo afecta de manera directa a tu canto.
Además, el alcohol deshidrata tu cuerpo, lo que afecta a tus cuerdas vocales.
Ya sé que hay a quien le va bien beber antes de los conciertos para quitarse los nervios, pero también sé que hay otras maneras.
#2: Nunca dar por finalizado el camino
Como ves, es todo un cambio de hábitos.
Si quieres mejorar en el canto toca concienciarse y tomar una decisión seria.
Debes cambiar muchos aspectos de tu vida, aunque algunos sean duros.
Es cierto que algunos son más importantes que otros y que te puedes salir del camino esporádicamente, pero este es un camino de por vida.
Por equipararlo con un ejemplo muy típico, piensa en una dieta.
¿Por qué hay que ponerse a dieta cada cierto tiempo?
Porque no se hace un cambio de chip.
El error de las dietas es creer que ya se han acabado, que tienes que estar un tiempo aguantando y que luego podrás atiborrarte.
Y no se trata de eso.
Yo no soy ninguna experta en el tema, ni tengo un cuerpo 10, ¡ni mucho menos!
Pero es cuestión de cuán importante sea para ti estar delgado.
Si realmente es importante, tienes que hacer un cambio de rutina alimenticia de por vida.
No basta con unos meses y luego vuelves a las andadas, porque eso implicará volver a dónde estabas.
Pues en el canto es igual.
Siempre corres el riesgo de volver a los malos hábitos de cuando empezaste, así que tienes que estar día tras día protegiendo tu voz.
¿Te ha parecido útil este artículo? Si lo recomendarías, no lo pienses ¡y hazlo!
Fuente: Vokalo